Otra vez fin de semana

Pues sí, otra vez es viernes y es curioso pero ahora odio los fines de semana. Odio llegar a casa pronto los viernes y comprobar que sigue vacía, que no ha sido una pesadilla, que ya no estas conmigo. Me invade un cierto desasosiego que se ve paliado en parte por el hecho de que esta tarde tendré dos horas ocupadas con dos clases seguidas de spinning.

Sin embargo, cuando vuelvo a casa empiezo a planificar mentalmente las cosas que haré mañana sábado para no pensar en ti y puedo notar como sube pregresivamente una angustia que va apoderándose poco a poco de mi. A medida que mi mente se va llenando con diversas opciones, siento como las lágrimas van aflorando a mis ojos e intento contenerlas hasta que ya no puedo más. Llegado a ese punto mi tormenta interior es expulsada a través de mis lágrimas que barren con fuerza todas las ideas que tenía para el fin de semana y de paso las pocas fuerzas que habia conseguido acumular durante este tiempo para seguir adelante.

Total, que mañana estaré todo el día en casa, triste, deprimido y lamentandome por mis errores y mi ineptitud, no cogeré el teléfono, apenas comeré y no pararé de maltratarme pensando en ti, en vosotras y en los errores cometidos. Igual que el último fin de semana, y el anterior, y tantos fines de semana desde hace tanto tiempo...

No es justo que no podais darme una segunda oportunidad, especialemente ahora que ya había entendido todo....

Mis unicos rayos de luz son E. a quien veré el sábado y las palabras y sonrisas cruzadas con M. durante esta semana. Con I. no he podido hablar durante los últimos días. Y contigo.....prefiero no hacerte más daño, protegerte de mi mismo. No te mereces sufrir más.

Como duele quererte.

Lo siento....

Lo siento, lo siento de verdad. Hoy no ha sido un buen dia después de todo y tu mensaje me ha hecho llegar al límite. Me he equivocado, no debería haberte llamado. Mi conrazón es todavía demasiado frágil, mi coraza aun no está lista y al escuchar el sonido de tu voz, se han roto todas mis barreras y he llorado unas lágrimas que ya no creia tener.

Sin embargo, todo lo que te he dicho es verdad. La culpa de nustro fracaso es mía y solo mía. Porque jamás fui totalmente sincero contigo, de hecho nunca lo he sido con nadie pero tu eras especial. Porque eras la última oportunidad que me había dado para ser feliz y acabé amargándote la vida y de paso amargandomela yo.

Después de tanto tiempo aún soy incapaz de disfrutar de las pequeñas cosas del día a día, de despertarme a tu lado, de cada beso que me diste, de estar toda la noche en vela, a tu lado contemplandote dormir, viendo esa paz y esa tranquilidad que te da el sueño.

Ahora mismo me siento muy solo, y lo que esta por venir siento que es peor. No tengo la mente lúcida para tomar decisiones importantes (el otro día estuve a punto de aceptar una vacante en Minsk, en Bielorrusia). Todo lo que pienso es en huir, pero no puedo hacerlo, ¿como se esconde uno de su mente?.

Lo siento también por haberte llamado, por hacerte partícipe de mi dolor, de mis miserias. Al final parece que no soy tan duro como la gente cree, como yo mismo pensaba. Sin embargo hay cosas que no voy a olvidar nunca de esta noche como lo que has dicho acerca de que os he cuidado muy bien tanto a ti como a tu hija y de que os he dado lo mejor a ambas.

Lo siento, de verás, espero no volver a repetir una llamada de este tipo y, sobre todo, espero haber aprendido algo de todos los errores que he cometido en mi vida.

Soy un analfabeto emocional, un puto desastre como persona......

"Dicen que a través de las palabras el dolor se hace mas tangible, que podemos mirarlo como a una criatura oscura... Pero yo siempre he creído que el dolor que no encuentra palabras para ser expresado es el mas cruel, mas hondo, el mas injusto."
(A los que aman)

Portishead

No hay nada mejor para un domingo de depresión que sentarse en la Plaza San Felipe Neri mientras en el ipod suena Over de Portishead.



I can't hold this day
Anymore
Understand me
Anymore

To tread this fantasy, openly
What have I done

Ooh this uncertainty, is taking me over

I can't mould this stage
Anymore
Recognise me
Anymore

To tread this fantasy, openly
What have I done

Ooh this uncertainty, is taking me over
is taking me over

To tread this fantasy, openly
What have I done

Ooh this uncertainty, is taking me over
is taking me over
is taking me over


Y que se pare el mundo que yo me bajo, que no entiendo como coño funcionan las cosas.

Deseperanza

Llegar a la deseperanza es lo peor que le puede pasar a una persona. Cuando ya no tienes un objetivo en la vida, cuando todas las ilusiones se han escapado de tu corazón, es cuando entra en juego tu mente y, aunque pueda parecer que de esta forma todo es mucho más racional, en realidad no es así.
Porque todos tus pensamientos, todas tu ideas, vienen marcadas por la desesperanza que va fluyendo desde tu corazón, ya nada te importa y tu mente se inunda de ideas extrañas, de pensamientos que no reconoces como tuyos.

Yo, ahora mismo he caido en la desesperanza. He perdido todo lo mejor que tenía en mi vida y aunque a veces veo algun punto de luz dentro de ella, la desesperanza lo apaga rápido y yo, además, agradezco que lo haga así.

No voy a dejarme llevar, pero tampoco tengo demasiadas ganas de seguir adelante porque no tengo motivaciones. Por mi forma de ser, no me voy a apoyar en nadie que tenga a mi alrededor, o sea que tan solo me queda sentarme delante de mi ordenador y vomitar todos mis sentimientos en este blog.

¿Donde esta tu sonrisa ahora?, ¿donde tus caricias?, ¿en quien o en que ocupas tus pensamientos?.

La verdad es que cada dia me cuesta más y más levantarme y seguir luchando y ya me siento demasiado cansado como para hacerlo de forma habitual.

Ayer entré en SU habitación, esa que ahora está tan vacía de risas y de vida a la vez, me sente en el suelo y no pude parar de llorar. No pude para de pensar en las promesas que en su momento nos hicimos y que no cumplimos. Me fue imposible alejar de mi mente las palabras "volvere con todas las consecuencias" y mi corazón se hizo jirones al saber con certeza que eso no pasará.
Seguiré toda la vida castigado sin oir esa vocecilla, esas risas y esos llantos que me daban la vida a pesar de todo, por los cuales tenía fuerza para luchar cada día.

Y cuando pienso en la condena, no acabo de entender el delito tan grave que debo haber cometido para ello. Ojalá alguien pudiese explicármelo.

Lloré un mar de lágrimas con la esperanza de ahogar todos mis sentimientos de una vez por todas, de que todo me dejase de doler. Y entonces fue cuando nuevamente la desesperanza, convertida en un pequeño diablo, me habló al oido: "Nadie te ha querido nunca lo suficiente como para darte un hijo. Simplemente no te lo mereces y moriras con ese dolor en tu corazón".

Y la verdad, no supe como rebatir ese argumento.