El dueño de la herida
Para mi buena amiga Marikato en particular y para todos mis amigos en general:
"¿Quién es el dueño de una carta:el remitente, o el destinatario?. Acaso el correo, en su trayecto al menos. ¿Quién es el dueño de la herida: el que la causa, o el que la padece? ¿No son caras de una misma moneda?. O quizá el dueño es el sentimiento que les clava su dardo. Quien ama, quien es amado y el amor: ese arquero que los llaga a ambos, ese puente levadizo en que se encuentran y se desencuentran...El dueño de la herida es el verdugo y es la víctima; es el idólatra y es su ídolo; pero sobre todo, aquello que los vincula o los enfrenta, sea cual sea su nombre. Porque hay amores que no saben el suyo verdadero".
Antonio Gala.
Para mi, el dueño de la herida es el sentimiento, llamarlo amor si quereis. Cuando ese sentimiento desaparece, se lleva junto con el el dolor, poco a poco y la herida va convirtiéndose en una cicatriz, que tendremos para siempre pero que dolerá pocas veces durante nuestra vida.
"¿Quién es el dueño de una carta:el remitente, o el destinatario?. Acaso el correo, en su trayecto al menos. ¿Quién es el dueño de la herida: el que la causa, o el que la padece? ¿No son caras de una misma moneda?. O quizá el dueño es el sentimiento que les clava su dardo. Quien ama, quien es amado y el amor: ese arquero que los llaga a ambos, ese puente levadizo en que se encuentran y se desencuentran...El dueño de la herida es el verdugo y es la víctima; es el idólatra y es su ídolo; pero sobre todo, aquello que los vincula o los enfrenta, sea cual sea su nombre. Porque hay amores que no saben el suyo verdadero".
Antonio Gala.
Para mi, el dueño de la herida es el sentimiento, llamarlo amor si quereis. Cuando ese sentimiento desaparece, se lleva junto con el el dolor, poco a poco y la herida va convirtiéndose en una cicatriz, que tendremos para siempre pero que dolerá pocas veces durante nuestra vida.