Como últimamente, me despierto 15 minutos antes de que suene el despertador. Aun me dura el desasosiego y puedo sentir perfectamente los latidos de mi corazón de forma acelerada en mis oidos.
Decido levantarme, total no voy a poder dormir mas, y voy directamente al baño. Al mirarme en el espejo, no me reconozco, tengo unas ligeras ojeras y mi cara refleja la tristeza que mi alma es incapaz de contener. Decido que no, no puedo salir a la calle con esa cara, así que me concentro y me pongo esa máscara a la que ultimamente estoy habituandome. Si, esa máscara con la sonrisa que demuestra a todo el mundo que estoy bien, que no me pasa nada.
Inmediatamente tu cara se va formando en mi mente pero la borro de forma rápida, antes de que mi máscara de la alegria y la normalidad se me caiga del todo.
Cojo mi libro y me voy a trabajar. En el trayecto no pienso en ti, estoy concentrado en la lectura y eso me distrae. Cuando llego, no estas, así que subo directamente a tu planta a tomarme un cafe tranquilamente, sin el miedo de tener que enfrentarme a tu mirada, a tus ojos, a mis sentimientos. Luego bajo a mi planta, vuelvo a mi mesa, es hora de ponerme a trabajar.
Pasan 45 minutos y se abre la ventana del communicator desde donde me saludas con un:" Hola! ¿como estas?". "Bien, genial" es mi respuesta. Me invitas a subir y a tomar otro cafe contigo y acepto a pesar de saber que eso me va a doler.
Te quiero, y tu has dejado claro que no sientes lo mismo por mi, así que no tengo armas para enfrentarme a eso.
Cuando te veo me pongo tenso, no tengo muchas cosas que contarte y por lo que parece tu tampoco, así que internamente me enfado porque creo que lo que estas haciendo es sentir compasión por mi y eso no lo soporto. Después de diez minutos ambos volvemos a nuestro trabajo y ya no vuelvo a pensar en ti en todo el día, al menos conscientemente.
He de confesar que poco a poco me estoy acostumbrando a ello, pero soy consciente de que aun te quiero mucho.
Afortunadamente, de vez en cuando tengo algun momento que consigue alegrarme el día. Hoy he coincidido con ella en la máquina del café. ES curioso, todavía somos incapaces de mirarnos a los ojos sin sentir esa timidez inexplicable. Hoy incluso hemos cruzado unas palabras y nos hemos sonreido. Tiene una sonrisa maravillosa y unos ojos preciosos y ambos nos sentimos extraños cuando estamos juntos. Pero eso es algo inexplicable, al menos para mi. No consigo entender porque siento ese latigazo en mi cuerpo cuando la veo. No puede ser amor, no creo que sea deseo.
He ocupado mis tarde con varias actividades para no pensar mas de lo necesario en ti, en mi, en que fue lo que falló. Aun así, siempre vuelves a mi mente a la hora de meterme en la cama. En esa cama que ahora es tan grande y tan fría. En esa cama en la que me quedaré dormido, agotado por el cansancio.
Mañana volveré a despertarme 15 minutos antes de que suene el despertador....
Creo que necesito que alguien me rescate, me saque de este samsara......
Voy a poner mi canción: Shelter from the storm, the Bob Dylan......
’twas in another lifetime, one of toil and blood
When blackness was a virtue and the road was full of mud
I came in from the wilderness, a creature void of form.
"come in," she said,
"i’ll give you shelter from the storm."
