martes, agosto 14, 2012

Mundus apellatur caelum, terram mare et aeris


Hoy el olor de tu perfume ha vuelto a asaltar por sorpresa mis entrañas, y eso a pesar de que nunca he sabido a qué huelen tus suspiros.
 El recuerdo de la noche en la que te abrí mi corazón abraza de vez en cuando mis sueños, procurando pasar desapercibido ante los guardianes de mi coraza, esos que custodian a aquel que mantengo a buen recaudo en el sótano, donde nadie puede alcanzarlo. Tus ojos anestesiaron mi conciencia en un descuido de la razón, y los recuerdos que guardo de ti se han ido difuminando sobre un cielo nocturno cubierto de lágrimas de estrellas.
Las miradas con las que nos desnudábamos se perdieron con tu silencio. Cada palabra que me regalaste aquel día ha ido callando lentamente, dejando mudas las caricias que parecía ofrecerme tu sonrisa, manteniendo mi deseo por ti apagado. Ese beso que nunca me diste ha dejado una marca indeleble en mis labios. La imagen de tus pupilas clavadas en las mías de aquel momento, se mezcla con mis latidos en una canción entre triste y alegre que unas veces embota mi mente y otras pellizca mi corazón. Incluso hasta estuve a punto de olvidar tu nombre.
 Nos dejamos fluir y yo perdí el control en aquel instante en el que el tiempo se detuvo mientras una pequeña parte de nosotros ardía alrededor de nuestros cuerpos abrazados. Fue un simple preludio, pero me pareció algo mágico y nos costó separarnos para volver a la realidad.
 Luego tus ojos trataron de ocultarse entre la nada, intentando dedicarme un hasta pronto, aun cuando ambos sabíamos que ese mañana nunca llegaría. Puedes estar segura que no mentí, y quiero creer que al menos tu mirada y nuestros abrazos tampoco lo hicieron.
Han pasado demasiados días, pero todavía me gusta sorprenderme al notar tu olor muy de vez en cuando, aunque ahora ya, casi ni siquiera pueda reconocerlo.
Al fin he comprnedido que será difícil que vuelva a susurrarle versos a tu corazón.

jueves, agosto 09, 2012

Tu bosque de hadas



A menudo, una renuncia a tiempo significa una gran victoria.


Retroceder dos pasos, el preludio de un gran salto hacia delante, de un gran avance.

Lo complicado, es saberlo de antemano, sujetar firmemente la ansiedad que poco a poco corroe el alma y ser capaz de tejer una red que impida la fuga de las esperanzas mientras ellas van cosiendo sus alas para volar fuera de tu corazón.

Hace algún tiempo, durante un vuelo de inspección, me acerque demasiado al palacio donde moras y apenas logré escapar de tu bosque de hadas con mis alas en perfecto estado. A cambio me llevé conmigo una puñalada certera justo en el centro del corazón. Luego vendría lo peor.

Cuando huir no significa irse más lejos, lo más conveniente es aterrizar para recobrar el aliento. Y en esas estaba cuando de repente, sin esperarlo, las respuestas fueron llegando a mi lado en forma de nuevas preguntas.

Aun sangrando pero con una enorme sonrisa en mis labios, fui contestando algunas de ellas, las más sencillas..

Para otras, sin embargo, aun no he hallado las repuestas, y se me antoja no ser capaz de hacerlo al menos hasta haber probado primero a que saben tus labios.

Hay vacíos que no se llenan y besos no dados que habitan en un corazón que permanece para siempre incompleto.

Duele en el alma la pena tranquila y el camino equivocado y se vuelve del todo insoportable la angustia de volver al castillo en la isla de las tormentas, allí donde las paredes ahogan las emociones y el amor no tiene salida



Perdóname por haber entrado en tu bosque de hadas con un enorme cazamariposas.



lunes, marzo 07, 2011

A pesar de la distancia

Hoy la soledad me trae recuerdos tuyos
y deseos de tu proximidad.
Aspiro el recordado perfume de tu piel,
aun sabiendo que no estas,
y es como si respirara el mar.
Tengo tus manos enlazadas en las mías,
y en el aire vacío y en la brisa,
noto su suavidad.
He notado el ligero roce de tu pelo en mi cara,
como si llevado por el viento,
mi deseo por ti te acercara.
Y cuando sin tenerte, me ha surgido el beso,
el beso que tanto he deseado,
he notado mis labios húmedos,
porque aun sin tenerte, créeme, te he besado.
Hoy he ceñido tu cintura,
te he cogido de las manos,
he acariciado tu pelo,
y con Amor te he besado.
He notado junto al mío el calor de tu pecho,
y en mis labios el sabor de tus labios.
Hoy se que no estabas conmigo
y sin embargo te he amado.


sábado, enero 29, 2011

Rojo, Azul y Blanco

Ayer fue un día rojo, no me preguntes porque pero podía notar como la felicidad emanaba por cada uno de los poros de mi piel. Acabe pronto de trabajar y decidí salir a pasear. Roja era también la pasión acomodada en mi corazón y la alegría y la fuerza con que la ciudad me imbuía a cada paso. Ande callejeando de forma incansable, buscandote algo especial y de paso, recuperando viejos rincones casi olvidados; lugares donde siempre me he sentido a gusto conmigo mismo. Con el sol escondido tras las nubes y una fina lluvia resbalando por mi cara, te eché de menos con una sonrisa, pensando "ojala estuvieses a mi lado, ojala pudiese compartir contigo todos mis rincones, todo lo que para mí significa esta ciudad". La respuesta me llegó sin voz desde ningún lado y desde todos los sitios a la vez: "Calma, tenemos todo el tiempo del mundo".


Hoy es un día azul, como el color del cielo con el que ha amanecido este sábado de invierno. Azul igual que el recuerdo, tibio todavía, de la profundidad de tus ojos clavados en los míos durante el sueño que me ha atrapado esta noche. Al despertar, por un momento, me he quedado en la cama, remoloneando, con esperanzas de hallarte aun a mi lado, ahuyentando las pesadillas de mi pasado. Me he sorprendido a mi mismo echándote de menos en pijama durante el desayuno y sintiendo unas ganas inmensas de cerrar los ojos y volverte a abrazar.
También es azul el mar que tengo ahora delante, este que me trae el sabor de su sal a mis labios mientras puedo sentir la calidez de la arena bajo mis pies descalzos a la vez que te sigo soñando.


Mañana será un día blanco, una pagina nueva de un libro empezado hace poco, en la que todo estará aun por escribir, donde ambos podremos ser los protagonistas de nuestras propias vidas. Un libro que deseo sepamos llenar de sorpresas, risas e innumerables buenos momentos compartidos.
Me haces tan especial al dejarme descubrirte lentamente...
Sí, será un día blanco como la magia que desprendes, la que entremezclándose con tu alegría natural impregna todo lo que te rodea con ese aura tan especial. Esa magia que mantiene fuerte y resistente la fina cúpula con la que te proteges, pero por la que, cada vez más, van filtrándose retazos de tu alma hacia el exterior sin de forma inevitable.



Canción Roja





Canción Azul




Canción Blanca

miércoles, enero 26, 2011

La vida es ajedrez

Al igual que la vida, una partida de ajedrez puede llegar a ser muy larga. Sin darnos cuenta, de repente, podemos ser sorprendidos en una situación de jaque mate, sin salvación aparente. 
Desconcertados, viendolo todo perdido, oteamos en todas direcciones buscando una torre para podernos enrocar, pero todo parece inútil.
Es entonces cuando el sutil movimiento, aparentemente insignificante, de un pequeño peón vuelve a encauzar la partida por casillas nuevamente seguras. Nos ayuda a esquivar las beligerantes y pesadas torres, los letales y afilados alfiles. A burlar las maléficas tretas de la retorcida reina y consiguiendo que la sorpresa del caballo, sibilina como siempre, no se cruce en el camino de nuestros días, nuestros retazos de alma, nuestro mundo interior. 
Y de este modo, la vida de un rey que parecía atrapado sin escapatoria posible, vuelve a llenarse de gozo y buena compañía.
Y de este modo el rey puede volver a disfrutar de un tablero limpio y despejado donde bailar, a dúo con su reina, el armónico vals de un nuevo destino.

lunes, enero 24, 2011

Construyamos un puente....

¿Cuántas cosas quedarán al final de nuestras vidas?. ¿Cuales de ellas perduraran en nuestra memoria más allá de los años y las tormentas? ¿Se coserán a nuestro alma las decepciones y las hojas rasgadas de recuerdos y lágrimas?

No sé, casi todas las cosas vienen y van de forma circunstancial y muchas de ellas no vuelven jamás.

En ciertos momentos no es fácil distinguir los pilares que conformarán tu vida. No sabemos si alguien desaparecerá sin dejar huella, a que persona echaremos de menos, o quien no llegará nunca a marcharse, quedándose para construir puentes invisibles pero resistentes a cualquier intento de invasión. Estructuras que protejan el paso fluido de los buenos momentos: la serenidad de una confidencia, la intensidad de una mirada o quien sabe si la calidez de un abrazo o la pasión de un beso.

A mi me gustaría encontrar a alguien (¿tal vez seas tu?) con quien construir de forma conjunta uno de esos puentes, sin prisa, para darle la solidez necesaria, poniendo una piedra detrás de la otra, lentamente, sin atropellarnos. Simplemente para proteger nuestros buenos momentos, si tuviesen que venir.

Sin embargo no quiero saber que me depara el futuro, no me apetece saber lo que volveré a ver a través de las yemas de mis dedos o todo aquello que se convertirá simplemente en un fotograma de mi vida, en un instante efímero de la misma por el que pasaré sin tacto.

Crecemos con cada cuerpo que conocemos, con cada ciudad que visitamos, con cada decepción y cada adiós. Con cada palabra que queda sin pronunciar y cada beso que guardamos.

Pero también crecemos cuando nos cogemos de la mano y decidimos comenzar a caminar, juntos, no delante ni detrás, si no al lado, donde podamos sentirnos sin necesidad de vernos.

Dicen que en la vida, cuando tomas una decisión, o ganas o aprendes. Yo ya he aprendido bastante, ahora me gustaría también ganar.

sábado, enero 15, 2011

Vuelvo a ser yo...

Esta semana, he vuelto a ser yo mismo dejando atrás todo ese pesismismo que me ha invadido durante los últimos tiempos. Poco a poco, he vuelto a recuperar la seguridad y la autoconfianza, esas compañeras de viaje que siempre han estado a mi lado y que erroneamente pensaba nunca me abandonarían.

Las lágrimas de ayer se han convertido hoy en sonrisas y las nubes negras que antaño cubrían mi cielo han desaparecido empujadas hacia otro destino por la brisa de la esperanza y la ilusión renovada.

Sin embargo, el camino de vuelta no ha sido fácil ni mucho menos. Para recuperar todo esto, he tenido que trabajar duro: parte de las ganas de seguir me las ha devuelto la compra de mi piso, de un lugar que en un futuro cercano llamaré mi hogar. Las vacaciones y las reflexiones estos días, también han colaborado mucho en ello. Pero no quisiera olvidarme del papel que ha jugado mi familia y tambien algunos amigos.
Y quizás esto no este bien y sea injusto, pero de emtre todas las personas hay una a la que me gustaría destacar.

No voy a escribir su nombre, no es importante y tal vez no le gustaría verlo aquí escrito, pues esta cómoda con el anonimato. Nos conocemos desde hace relativamente poco tiempo pero no hace falta demasiado para que te des cuenta de que es alguien muy especial. Y no únicamente para mi, si no, seguro, para todos sus amigos y toda aquella persona afortunada por la que ella se preocupe.

Además de conectar muy rápidamente, ha sido capaz de, en un instante, transmitirme todo su optimismo delante de la vida y devolverme las ganas de hacer cosas. Entre ellas, me ha retornado las ganas de escribir, aunque noto que aun mis palabras aun no fluyen como antes.

Con este post y este video, tan solo quería darle las gracias (prometo que será la última vez porque es algo que le incomoda) y prometerle que, si algun día necesita cualquier cosa, pase lo que pase, siempre podrá contar conmigo.

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