ESCUCHAME......

He confesado que te amo y sin embargo no te he dicho lo que siento y debo hacerlo como testimonio que perdure en lo escrito igual que tu perdurarás en mí por siempre.
¿sabes? a veces sufro, ¿he dicho a veces?. No, muy a menudo. ¿Que porque sufro?, será de verte y sólo poderte decir ¡adiós!. Si un día tus ojos no me miraron, sufrí tanto como fuí feliz el día en que ellos se posaron en mi. Pero ¿sabes? hay tan pocos días felices en cien días...Estuve tan cerca y me fuí tan lejos....

Un día llegué al mar y en la arena me dormí. Soñé que todo el mar era mío, que no necesitaba navío para poderlo cruzar, y era marino y a la vez era capitán. Alargaba mis manos y en ellas notaba el beso de las olas y a mis labios llegaba el sabor de la sal. Su aroma envolvía mi piel como si me quisiera para siempre y sentía la paz en mí, la paz que dá querer con amor verdadero.

De pronto, sin tan siquiera sospecharlo, una gran ola me despertó y empapó todo mi cuerpo. Estaba en la arena y ví que la mar que yo amaba era inmensa, que tenía otras tierras a las que llegar, otras gentes a las que bañar y en su superficie dejaba navegar cientos de barquichuelos.

Sufrí por ello, creí que la mar no me amaba, que tenía otras cosas que hacer. Tenía que cumplir su propia misión y yo quería que me tuviese solamente a mí....

Yo le grité a la mar, le pregunté: ¿porque te alejas de mí?, me llené de angustias y tristezas. Sin voz le pregunté mil veces, pero ella no quiso jamás responderme.

Un día, AMOR, te llevaré junto a la mar y entonces verás, entenderás y sabrás por qué y como sufrí por ti.