Noa y Jorge Drexler

Como comenté en mi post anterior, ayer fuí a ver al Liceo de Barcelona el concierto de Noa y Jorge Drexler. En verdad fuí a ver a Noa, ya que su música me encanta y debido también a que apenas conocía nada de Jorge Drexler, tan sólo la canción con la que ganó el Oscar por Diarios de Motocicleta y poca cosa más.

Para ser sinceros debo decir que Jorge Drexler me impresionó bastante, tiene algunas canciones realmente buenas y las letras son sencillamente geniales. Me ha gustado tanto que hoy he comprado su último CD.

En un momento dado han salido al escenario Noa y Gil Dor y entre los tres han cantado una canción preciosa, La milonga del moro judío. Esta misma canción la cantó el mismo Jorge Drexler el pasado martes en el Camp Nou, en el Partido por la Paz junto con Pep Sala y Daavid Broza y me impresionó bastante.
No consigo entender porque los políticos fomentan el odio tanto entre el bando palestino como en el bando judío cuando da la impresión de que a la gente de a pie, a la de la calle, a la que realmente muere en los atentados, si se le da un poco de esperanza un mínimo apoyo, está dispuesta a convivir en paz y a enterrar cualquier atisbo de conflicto. Supongo que todo es siempre mucho más complicado de lo que parece y de que mucha gente creerá que la mia es una postura simplista, pero yo me pregunto ¿no será que a veces las complicaciones las creamos nosotros mismos en nuestras mentes?. Creo que deberíamos reflexionar un poco más sobre eso.

Milonga del moro judío

Por cada muro un lamento
en Jerusalén la dorada
y mil vidas malgastadas
por cada mandamiento.
Yo soy polvo de tu viento
y aunque sangro de tu herida,
y cada piedra querida
guarda mi amor más profundo,
no hay una piedra en el mundo
que valga lo que una vida.

(estribillo)
Yo soy un moro judío
que vive con los cristianos,
no sé que Dios es el mío
ni cuales son mis hermanos.

No hay muerto que no me duela,
no hay un bando ganador,
no hay nada más que dolor
y otra vida que se vuela.
La guerra es muy mala escuela
no importa el disfraz que viste,
perdonen que no me aliste
bajo ninguna bandera,
vale más cualquier quimera
que un trozo de tela triste.

(estribillo)
Y a nadie le dí permiso
para matar en mi nombre,
un hombre no es más que un hombre
y si hay Dios, así lo quiso.
El mismo suelo que piso
seguirá, yo me habré ido;
rumbo también del olvido
no hay doctrina que no vaya,
y no hay pueblo que no se haya
creído el pueblo elegido.